-Soy feliz. Jamás me he sentido tan bien, ¿y tú? -¿Yo? Estoy de maravilla -¿Hasta el punto de llegar a tocar el cielo con un dedo? -No, así no. -¿Ah, no? -Mucho más.
lunes, 6 de junio de 2011
06/06/2011
Hace tiempo que ya no soy yo, tampoco soy quien fui ayer, y tampoco creo que mañana siga siendo la misma que ahora. Todo está cambiando demasiado deprisa, casi no se puede apreciar como los cambios están evaporando cada lagrima o por el centrando, empeorando cada sonrisa. La verdad es que ya casi nunca me paro a pensar en lo que hice mal en todo este tiempo, ya no lo hago. Hay mucho en lo que pensar. Por eso me rindo a tus palabras y me voy de cielo en cielo cada vez que me hablas. Solo me dejo llevar para que nada duela tanto, y hacerme creer que por mal que vayan las cosas en mi mundo, tú siempre me haces salir de este. Y te lo agradezco, vamos que si te lo agradezco. ¡Deberían de poner tu nombre a alguna estrella! Porque no sé por qué o como mierdas lo haces, pero eres capaz de aguantarme sin replicarme nada, sin pedirme nada a cambio. Y hay veces que ni yo misma me doy cuenta de cómo la cago cada vez que hablo. Pero estas ahí, sin más. Alegrándome cada día, y haciendo que de ti dependa mi felicidad.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario